Iliococcígeo

información general

El iliococcígeo es generalmente un músculo delgado que, junto con el pubococcígeo, forma el músculo elevador del ano.

Significado literal

Iliococcígeo proviene de la palabra iliacus, que es el término en latín medieval para el hueso de la cadera al que se inserta. Los antiguos romanos lo llamaban "hueso del flanco".

Información interesante

El iliococcígeo es variable ya que puede ser reemplazado casi en su totalidad por tejido fibroso y es el músculo que en realidad es el “elevador” de los músculos que forman el elevador del ano, ya que realiza la elevación del suelo pélvico y del canal anorrectal.

Origen

Superficie interna de la fascia obturatriz entre el canal obturatriz y la espina isquiática.

Inserción

Forma un rafe tendinoso con su músculo opuesto posterior al recto y también se une a los lados del cóccix.

Función

Comprimir la uretra, la vagina y el ano; elevar la unión recto-anal; sostener las vísceras pélvicas; aumentar la presión intraabdominal; activo en la inspiración normal y tranquila.

Inervación

Nervio pudendo (S2 y S3) o de pequeñas ramas directas de las ramas ventrales sacras (S2 y S3).

Suministro de sangre

Arteria pudendo interna y arteria glútea inferior de la arteria ilíaca interna.

Investigación relevante

Un ensayo controlado aleatorio descubrió que realizar ejercicios intensivos del suelo pélvico resultó en cambios en los músculos del suelo pélvico en reposo, lo que puede significar una disminución en el volumen del iliococcígeo.

Dierick, F., Galtsova, E., Lauer, C., Buisseret, F., Bouché, AF y Martin, L. (2018). Cambios clínicos y en la resonancia magnética del puborrectal y el iliococcígeo tras un breve período de entrenamiento intensivo de los músculos del suelo pélvico con o sin instrumentación: Un ensayo clínico prospectivo, aleatorizado y controlado. Revista Europea de Fisiología Aplicada, 118(8), 1661-1671. https://doi.org/10.1007/s00421-018-3899-7

Ejercicios iliococcígeos

Suelo pélvico acostado

Acuéstese cómodamente, flexionando las rodillas si lo desea. Respire con normalidad y, al exhalar, contraiga los músculos de la vejiga y el ano. La sensación es similar a la que experimenta al contenerse para orinar y expulsar gases. Evite contener la respiración, contraer los músculos de las piernas o los glúteos para asegurarse de activar los músculos del suelo pélvico.